Sesión parlamentaria en Lisboa, Portugal. (Foto: Miguel A. Lopes. Efe.)

El Parlamento portugués ha aprobado este viernes el proyecto que legaliza la muerte asistida, que de ser ratificado, convertiría a Portugal en el cuarto país europeo después de Bélgica, Luxemburgo y Holanda, que permita poner fin a la vida con la intervención de un profesional de la salud en caso de enfermedad incurable, grave, crónica e invalidante.

El texto, que fue aprobado con 136 votos a favor, 78 en contra y 4 abstenciones, será presentado al presidente conservador Marcelo Rebelo de Sousa, que podrá promulgarlo, someterlo al análisis de la Corte constitucional o vetarlo.

Esta ley, que fusiona diferentes propuestas, prevé que los portugueses mayores que vivan en el territorio del país y se encuentran en «una situación de sufrimiento extremo, que presenten lesiones irreversibles» o afectados por «una enfermedad incurable» puedan recurrir al suicidio asistido.

La solicitud del enfermo al final de su vida debe ser validada por varios médicos, así como por un psiquiatra cuando haya dudas sobre la capacidad de la persona a hacer una elección «libre y consciente». Llegado el momento, el médico del paciente tendrá que asegurarse una última vez de su voluntad de poner fin a sus días en presencia de testigos.

Fuentes: Europa Press y El Tiempo