La exabadesa de origen brasileño, Aline Pereira Ghammachi, denunció al Vaticano luego de ser expulsada del monasterio de los Santos Gervasio y Protasio en Italia presuntamente por ser considerada “demasiado atractiva” para representar a la Iglesia.

Según se informó, la religiosa de 28 años afirma haber sido víctima de prejuicios y discriminación sexista dentro de la institución, señalando que su carisma fue malinterpretado como una amenaza a la imagen tradicional de las religiosas. Ante ello, presentó un recurso ante el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, esperando que el Papa León XIV reevalúe el caso.

Este caso causó gran impacto en Europa y América Latina, generando un debate sobre los estereotipos en la Iglesia. Por otro lado, ella continúa defendiendo su vocación y denuncia que su expulsión fue un acto de intolerancia disfrazado de disciplina religiosa.