El comandante general de la Policía Nacional del Perú, Óscar Arriola, se encuentra en el centro de la controversia tras autorizar el incremento de vacantes para el ascenso al grado de general en la promoción Triunfadores 1995, decisión que permitió que su secretario privado, el coronel Jorge Ramos Micalay, accediera al máximo grado policial. Inicialmente, dicha promoción contaba con solo tres plazas, pero estas fueron ampliadas a cinco, reduciendo vacantes asignadas a las promociones 1994 y 1996.
En total, el gobierno dispuso el ascenso de 28 oficiales al grado de general, incluyendo a jefes de unidades estratégicas como la División Antisecuestros (DIVISE), la División Policial Sur 1 y la División de Investigación contra el Crimen Organizado (DIVINCCO). Entre los promovidos figuran coroneles con reconocida trayectoria y condecoraciones por acciones distinguidas, como Franco Moreno Panta, destacado por su participación en operativos de liberación de víctimas de secuestro entre los años 2012 y 2025.
Sin embargo, la modificación en la distribución de vacantes ha generado fuertes críticas por presuntas irregularidades y falta de equidad en los ascensos dentro de la institución. Diversos cuestionamientos apuntan a que la decisión benefició directamente a un funcionario cercano al comandante general, mientras que otras promociones vieron reducidas sus posibilidades de acceder al grado superior, reavivando el debate sobre la transparencia en los procesos de ascenso en la PNP.