El brutal acribillamiento de tres agentes de seguridad en el centro poblado minero La Rinconada ha causado un profundo impacto en la comunidad local. El ataque se desencadenó en las primeras horas del sábado, en una zona privada de Antahuila. Según relatos de testigos presenciales, los vigilantes, encargados de resguardar las plantas de beneficio de la región, fueron emboscados por un grupo de individuos enmascarados y armados, en un acto de violencia sin precedentes.
La policía de Investigación Criminal de Juliaca respondió de inmediato, desplegando recursos para llevar a cabo las diligencias pertinentes, incluyendo el levantamiento de los cuerpos y la recolección de pruebas cruciales para la investigación. El fiscal de Ananea se unió a estas tareas, contribuyendo con su experiencia para esclarecer los hechos y buscar justicia.
En medio del consternado ambiente, las autoridades se encuentran inmersas en el proceso de identificación de las víctimas y están trabajando arduamente para identificar y capturar a los responsables de este horrendo acto. La comunidad espera con ansias que se haga justicia y se ponga fin a la violencia que ha ensombrecido su hogar.