La Primera Sala Civil de Arequipa recibe diariamente entre 5 y 15 solicitudes de cambio de nombres o apellidos por motivos como discriminación y homonimia intolerable. El magistrado Luis Eduardo Madariaga Condori, de uno de los Juzgados Civiles de la Corte, explicó que para que estas demandas sean aceptadas, deben estar debidamente argumentadas y acreditadas.
El derecho al nombre y la identidad es fundamental, ya que permite identificar a los individuos, evitando confusiones. Algunos solicitantes alegan discriminación debido al origen andino de sus apellidos o por motivos de burla, mencionando que sus padres eligieron nombres basados en el calendario.
Otro motivo para el cambio de nombre o apellido es la ‘homonimia intolerable’, cuando los solicitantes son confundidos con personas que tienen antecedentes penales o están requisitoriadas. Esto ha llevado a que muchos de ellos hayan sido detenidos por error, afectando su reputación y honor.
Además, se permite el cambio de nombre por cuestiones de género y de apellido para reivindicar antepasados como abuelos o abuelas. El juez señaló que tradicionalmente el apellido del hombre era el primero, pero el Tribunal Constitucional permitió a los padres ponerse de acuerdo sobre el orden de los apellidos de sus hijos.
Sin embargo, no todas las solicitudes cumplen con los requisitos necesarios. Los solicitantes deben presentar varios documentos, como DNI, partida de nacimiento, certificados de antecedentes judiciales o policiales, y pueden requerirse testigos y certificados psicológicos. También deben pagar tasas por la publicación de la petición y la solicitud debe estar firmada por un abogado en funciones.
Una vez presentada la solicitud, el juez, según la carga procesal, resuelve en un plazo de dos a tres meses. Si la solicitud es aceptada, se ordena el cambio de nombre o apellido. La carga de la prueba recae en el solicitante; si no se cumplen los requisitos, la solicitud será rechazada.